Anunciar las buenas nuevas del reino de Dios a los pobres de espíritu, a los quebrantados de corazón, a los cautivos, a los ciegos, a los oprimidos, a los enfermos, a los deprimidos y a toda persona sobre la faz de la tierra por todos los medios disponibles

Guiar a cada creyente para ser un discípulo que adore a Dios, para que sea transformado en espíritu, alma y cuerpo

Adiestrar, equipar y ayudar a cada discípulo a descubrir y cumplir el propósito, el llamado y la voluntad de Dios para su vida; guiándolo para que llegue a conocer su identidad como hijo, con derechos, privilegios, herencia y responsabilidades en el reino de Dios.

Enviarles con armas poderosas para extender el reino de Dios. Con el propósito final de transferir un legado de bendición, prosperidad y justicia a las próximas generaciones.